El pasado miércoles 5 de octubre pudimos disfrutar de la charla ofrecida por Nicolás Planterose en la Casa Elizalde sobre la "Comunicación entre los humanos y los perros". En esencia, y con gran tacto, nos invitó a dejar atrás la tradicional actitud de superioridad
que adoptamos frente a nuestros compañeros perros. Creernos más dotados y
capaces que ellos para tomar decisiones, o tener una manera de comportarnos
tan controladora nos lleva a, entre muchas otras cosas, ignorar un sinfín de
habilidades que ellos podrían desplegar si les diéramos el entorno físico y emocional
de libertad que merecen. La perspectiva perruna, por muy empáticos que seamos,
jamás podremos adoptarla porque no participamos de sus mismas experiencias ni
de sus habilidades. Hay muchos estímulos que ellos interpretan a través de nosotros, pero otros muchos son
ellos los únicos que pueden captarlos, las reacciones frente a los mismos, en
un perro equilibrado, son las más oportunas.
El formador de educadores
argentino lanzó la pregunta al aire: ¿Por qué siempre pensamos que nuestras
decisiones son las mejores? Esto es algo que reflexionado en profundidad puede
abrir nuevas perspectivas a los canes. Nuestra relación debe acercarse a la
paridad y al respeto. Mas allá de las pautas de adiestramiento, de obediencia,
de educación, metodologías todas desarrolladas buscando en el perro un
comportamiento muchas veces empobrecido respecto de todo su propio potencial. Es
importante atender, observar, la propia valoración del animal de lo que debe y
no debe hacer. Sus elecciones serán más correctas si su socialización se
realiza de manera respetuosa, permitiendo que ensaye y se equivoque, si sólo
intervenimos para evitar un peligro real y no uno anticipado. Ser capaces de
ampliar nuestros límites de reacción permite al cachorro madurar, crecer hasta
convertirse en un adulto estable que sabrá comportarse en cualquier momento de
la mejor de las maneras posibles. Cuando un perro adulto tolera las
invitaciones al juego y a veces hasta el incordio de un cachorro excitable,
éste cachorro excitable aprenderá con el ejemplo y de un modo imborrable a ser
un adulto tolerante. Si el humano que observa la escena interviene el cachorro
habrá perdido la oportunidad de aprender esa gran lección y habrá tirado por
tierra todo el ejemplo que el adulto incordiado que estaba ofreciendo. Es un
modelo maravilloso de calma.
Nicolás denuncia que ciertas actitudes tan paternalistas y
"mandonas" (éstas no fueron exactamente sus palabras) hacen que los perros se
perpetúen en una emocionalidad y comportamiento infantiles y por tanto muy lejos
de su desarrollo y deseable madurez.
Son otros los interesantes ejemplos que ofreció Planterose
así como las referencias a Darwin y otros estudiosos de la fauna y del
comportamiento animal. Volvió a dar muestras de su habitual honestidad al confesar que no
existe una serie infalible de pautas para conseguir la solución automática de
casuísticas habituales que nos preocupan a muchos que somos responsables de
perros, elementos como la convivencia en los espacios abiertos con paseantes
extraños, o las reacciones incontrolables
de miedo. Para ahondar en todo eso están los seminarios e incluso los cursos.
De la mano de la Fundación Trifolium, la organizadora de la charla y de su
proyecto Humanimal, Nicolás Planterose realizará en breve un curso de 40 horas,
(dos cada miércoles en lugar y horario a determinar) muy interesante para dar
una atención oportuna a los perros que son Animales de asistencia terapéutica.
Muy útil y recomendable para el creciente número de personas que se forman en
distintos centros sobre la TA (Terapias de asistencia) o TAS (Terapias
asistidas con animales) o AA (Animales de Asistencia) pero que deberían ver
colmado su interés por potenciar el bienestar del perro no siempre tenido en
cuenta. Es conocida por todos, la beneficiosa labor que algunos perros en
algunos centros realizan llegando a movilizar física y emocionalmente a
personas con serias dificultades y en entornos poco estimulantes. El auge de
las Terapias asistidas con Animales y de la educación de Animales de Asistencia
debe ir acompañada del desarrollo de habilidades que garanticen en bienestar y
satisfacción de perro y usuario y algo muy importante que destaca Nico que los
monitores ni terapeutas obstaculicen la relación, interfieran en ese proceso
natural que podría establecerse para satisfacción de todos si comprendemos
mejor a nuestros sabios amigos.
Para más información: elperroindigo.blogspot.com
y fundaciontrifolium.org.
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