lunes, 17 de octubre de 2011

Futur Animal, de visita en la Protectora de Sabadell

 
Una visita a la Lliga Protectora d’Animals de Sabadell nos ha permitido reafirmar y consolidar la idea (que ya teníamos) de que tener unas instalaciones llenas de perros y gatos no equivale a tener a los animales sufriendo o en malas condiciones durante casi 24 horas al día como sucede en otros lugares.
         
En Futur Animal nos interesa aprender de los errores y de los aciertos de los demás, y aprovechamos la cordialidad y transparencia de aquellos centros que nos abren sus puertas para acumular conocimientos que puedan contribuir al bienestar animal en otros lugares. El frio de la mañana invernal que nos envolvió durante la visita se fue diluyendo mientras el contacto con tantos perros y gatos inusualmente felices se iba estrechando. Un centro no es un paraíso para ningún animal pero algunas personas realizan un gran esfuerzo por ofrecerles lo mejor.

Durante la visita pudimos recorrer todas las instalaciones, ver las diferentes zonas en que se desarrolla la labor cotidiana en la Protectora así como recibir amplia información sobre el funcionamiento interno del centro. Como curiosidad, observemos algunos de los protocolos y hábitos que encontramos en la Lliga Protectora de Sabadell.
En el caso de los perros:
CUANDO EL PERRO...            
... llega al centro: Es atendido, se le examina.
... tiene algún problema de salud: Se le da atención inmediata.
... tiene un problema de salud ya detectado: Se le trata.
... muestra síntomas de estrés o agresividad: Es evaluado, se le trata. (Para facilitar la tarea se identifica a estos perros con un collar rojo).
... es dócil: Se le deja corretear por el patio que le corresponde junto con los demás perros y que así se vaya socializando.
... es extremadamente dócil: Corretea libremente por las instalaciones.

Y en cuanto a los visitantes...
CUANDO EL VISITANTE LLEGA AL CENTRO...            
… y se acerca a las oficinas: Se le atiende y se le informa.
Si se trata de un posible adoptante que pide información: Se le informa y se le aconseja.
Si dicho adoptante ya ha escogido a un perro: Se le informa y sobre las características del animal y se le aconseja.
Si el adoptante pide información sobre el animal en cuestión: Se le informa.
Si el adoptante pregunta cómo se comporta el perro en cuestión con niños, con gatos, con otros perros...: En la medida de lo posible, se le informa y se le aconseja.

Lo que parece obvio y natural en esta Protectora es la excepción en otros centros de carácter oficial, que deberían predicar con el ejemplo a los ciudadanos y donde desafortunadamente la atención dispensada tanto a los animales que están bajo su responsabilidad como la atención de cara al público (posibles adoptantes) deja muchísimo que desear. Volviendo a Sabadell, las instalaciones cuentan con varios zonas diferenciadas, donde se ubican perros y gatos por grupos. Se distribuye y agrupa a los perros en función de su tamaño, carácter, sociabilidad y afinidad. Cada patio incluye varias jaulas que quedan siempre abiertas de modo que los animales pueden estar donde más les apetezca, acurrucados en la jaula o tomando el Sol o jugando y olisqueando por el patio. Los gatos también gozan de amplios espacios para moverse a sus anchas.
En el centro la labor del voluntariado es básica y esencial para su funcionamiento. Se hace una preselección de los voluntarios para que la experiencia real se ajuste a sus expectativas y capacidades como colaborador altruista, no se busca tanto el número como un voluntariado de calidad, comprometido y con ganas de desarrollar una labor con coherencia y continuidad. Se desarrollan estrategias que refuerzan el compromiso como la participación en las decisiones, exposición de su imagen en un panel público y el reparto de tareas en función de su experiencia o capacidad. El voluntariado es realmente parte vital y activa de la protectora, no es un elemento extraño o molesto como en otros centros.
La primera impresión que nos llevamos al entrar y que se vio reforzada al abandonar la Protectora tras la visita es que los animales (a pesar de las obvias limitaciones que un encierro prolongado conllevan) están a gusto a pesar de que hay muchos, más de lo que sería deseable por todos. Está claro que el confinamiento en un centro no es la situación ideal para ningún animal: son víctimas de la impunidad de la que goza el abandono y la cría indiscriminada e incontrolada de animales, y la falta de voluntad política seria para enfrentarse al problema.
Por último, desde estas líneas nos gustaría reclamar al Ayuntamiento de Sabadell que facilite el acceso a la Protectora a través de transporte público para que más personas, adoptantes y voluntarios contribuyan a este proyecto lleno de ganas de hacer las cosas bien, de ingeniosas fórmulas para financiarse y divulgar de su labor.

Muchas gracias a Carmen Abarca por su amabilidad, ¡y gracias a todas aquellas personas que colaboran en la Protectora por su gran labor!

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